Antes de empezar cualquier negocio, es importante considerar cuidadosamente varios factores:

Un plan de negocio: Este documento debe incluir todos los aspectos clave de tu negocio, incluyendo tu estrategia empresarial, mercado objetivo, análisis de la competencia, plan de marketing y proyecciones financieras.

Financiación: Necesitarás suficiente capital para cubrir los costes iniciales y mantener el negocio en funcionamiento hasta que sea rentable. Considera de dónde vendrá este dinero: ahorros personales, préstamos, inversores, etc.

Ubicación: La ubicación de tu negocio puede afectar en gran medida a su éxito. Ten en cuenta la disponibilidad, visibilidad, accesibilidad y las características demográficas del área.

Empleados: Necesitarás empleados cualificados y fiables que te ayuden a operar. Considera qué roles necesitarán y cómo los reclutarás y gestionarás.

Proveedores: Necesitarás encontrar proveedores confiables para los alimentos italianos y el café que deseas vender. Considera sus precios, calidad de producto, fiabilidad de suministro y condiciones de pago.

Licencias y regulaciones: Averigua qué licencias y permisos necesitarás para gestionar tu tienda y café. Esto puede incluir licencias médicas, licencias comerciales y más.

Seguros: Necesitarás varios tipos de seguros, incluidos los seguros de propiedad, responsabilidad civil y posiblemente compensación para trabajadores.

Gastos y costes: Debes tener un entendimiento claro de todos los costes asociados con el funcionamiento de tu negocio, incluidos alquiler, servicios públicos, nóminas, contratistas y más. Luego, fijarás los precios de tus productos y servicios basándote en estos costes y los beneficios esperados.

Estos son solo algunos de los factores clave a considerar antes de iniciar un negocio. También puede ser útil consultar tu plan.

¿Cuáles podrían ser los costes inesperados?

Al abrir una nueva tienda de comestibles y café, pueden surgir varios costes inesperados. Aquí tienes algunos ejemplos:

Mantenimiento y reparaciones: El equipo como las cafeteras, equipos de refrigeración u hornos pueden requerir mantenimiento o reparaciones costosas. Del mismo modo, puede ser caro reparar o reemplazar equipos dañados o desactualizados.

Aumento de costos de proveedores: Los precios de alimentos y bebidas pueden cambiar según diversos factores como cambios en la oferta y la demanda, clima, situaciones políticas, etc. Esto puede significar que tengas que pagar más por tus suministros de lo que habías anticipado originalmente.

Costes de seguros: Si hay un cambio en el negocio o si ocurre un incidente que aumente tu riesgo (como un incendio o robo), tus tarifas de seguro pueden aumentar.

Costes fiscales: Las leyes y tasas fiscales pueden cambiar y pueden afectar tus costes. Además, si ganas más de lo esperado durante el año, podrías terminar con una responsabilidad fiscal más alta.

Costes de formación de empleados: Si contratas nuevos empleados o si cambian las leyes o regulaciones que afectan tu negocio, puede que necesites pagar por su formación y educación.

Costos de marketing y publicidad: Podrías descubrir que necesitas gastar más en marketing y publicidad de lo que habías planeado originalmente para atraer clientes.

Costes de licencias y permisos: El coste de obtener las licencias y permisos necesarios puede variar y cambiar con el tiempo.

Estos y otros costes inesperados pueden tener un impacto significativo en tus resultados financieros, por lo que es importante tener un fondo de reserva para ayudar a cubrir gastos imprevistos.

¿Qué es fácil subestimar?

Al abrir una nueva tienda de comestibles y cafetería, se suelen subestimar varias áreas:

Tiempo y esfuerzo: Poseer y operar una pequeña tienda de comestibles y cafetería requiere mucho tiempo y esfuerzo. Muchos nuevos emprendedores subestiman cuánto tiempo se pasa trabajando, lo que puede llevar al agotamiento.

La complejidad de la gestión de inventario: Una adecuada gestión de inventario es crucial para el éxito de un negocio minorista, pero puede ser complejo y tomar mucho tiempo. Subestimar esta área puede llevar a perder dinero debido a inventario desperdiciado o insuficiente.

Costes de empleados: La nómina es solo una parte de los costos de empleados. También debes incluir el costo de beneficios, formación, reclutamiento y otros costos relacionados.

La importancia del marketing y promoción: Muchos nuevos emprendedores subestiman cuánto tiempo, esfuerzo y dinero tomará comercializar y promocionar su negocio de manera efectiva.

Costes de mantenimiento de la tienda: Además de los costes iniciales de abrir una tienda, hay costos continuos de mantenimiento y reparaciones, servicios públicos, costos de limpieza, tarifas de servicios, etc., que pueden ser más altos de lo originalmente anticipado.

Requisitos legales y regulatorios: Cumplir con todos los requisitos legales y regulatorios pertinentes puede ser complejo y costoso. También puede ser difícil mantenerse al día con cualquier cambio en estas áreas.

Servicio al cliente: Brindar un excelente servicio al cliente es crítico para el éxito de cualquier negocio minorista, pero puede ser un desafío y requiere atención continua y recursos.

Incertidumbre y riesgo: Muchos nuevos emprendedores subestiman la realidad de la incertidumbre y el riesgo, lo que puede llevar a una falta de preparación para posibles desafíos y dificultades. Es importante tener una estrategia de gestión de riesgos y un plan para abordar problemas inesperados.

Cambios de mercado: Los mercados cambian rápidamente y debes estar preparado para cambios en el comportamiento de los clientes, competidores, cadenas de suministro y otros factores. Es importante tener una estrategia para adaptarse y responder a estos cambios.

La importancia del networking: Establecer contactos y construir relaciones con tu comunidad local, proveedores, otros negocios y clientes puede jugar un papel clave en el éxito de tu negocio. Muchos emprendedores subestiman la importancia de un networking activo y efectivo.

Reinvertir ganancias: Una vez que un negocio comienza a generar ganancias, es importante reinvertir parte de ese dinero de nuevo en el negocio, por ejemplo, en marketing, ampliando la línea de productos o mejorando las instalaciones.