La utilidad en marketing se refiere al valor o beneficio percibido por un cliente de un producto o servicio, que puede comprenderse a través de cuatro componentes clave: utilidad de forma, de tiempo, de lugar y de posesión.
- Utilidad de forma implica la transformación de materias primas en productos deseables, como el diseño y la funcionalidad de un smartphone.
- Utilidad de tiempo asegura la disponibilidad del producto cuando los clientes lo necesitan, como productos frescos durante todo el año.
- Utilidad de lugar se centra en hacer los productos accesibles, ya sea en tiendas físicas o plataformas en línea.
- Utilidad de posesión se relaciona con la facilidad de compra mediante opciones de pago flexibles y procesos simplificados.
Ejemplo
Una concesionaria de automóviles que ofrece financiamiento asequible mejora la utilidad de posesión para los compradores.
Aunque estos conceptos básicos explican de qué se trata la utilidad en marketing, sus aplicaciones en el mundo real pueden variar considerablemente, influenciadas por la dinámica del mercado, el comportamiento del consumidor y las innovaciones tecnológicas. Pueden ser necesarios ajustes en las estrategias para asegurar efectivamente la alineación del valor con las expectativas del cliente.
